Sin lugar a dudas uno de los problemas más complicados con los que se puede encontrar en
recorrido es aquel que lo obliga a realizar un golpe largo desde el bunker para alcanzar el green.
Una cosa debe tener bien clara en estos casos si quiere salir airosos de la situación: La cara
tiene que tocar directa y limpiamente la bola.
El motivo es muy claro: la arena frena el golpe mucho más que la hierba de un raf.
Muy bien, sabemos cómo debe ser el golpe, pero ¿cómo lo consigue?
Pues bien para llegar a determinar las características concretas del golpe en cada caso, deberá
tener muy en cuenta la situación en la que se encuentra la bola:
- Bola bien colocada: es decir, aquella que no tiene arena que interfiera en la línea de ataque para el
impacto.
En este caso deberá decantarse por realizar un swing más plano, lo que evitará que el palo se
clave en la arena.
Este swing plano lo conseguirá a través de la postura de su cuerpo ante la bola: se
colocará más “sentado” sobre los talones, con el tronco más vertical. Además cogerá el palo
algo más corto de lo habitual.
- Bola mal colocada: sin duda se presentará una situación más difícil: está en una pisada, entre
surcos... En este caso la forma de actuar será totalmente distinta; deberá buscar un swing más
vertical.
Procurare jugar la bola “cortada”, como si estuviera realizando un slice. Para ello debe abrir
ligeramente la cara del palo y alinear el cuerpo a la izquierda; así el palo llegará directamente a
la bola, evitando pegar en la arena previamente (lo que sin duda le haría perder en distancia).
En este caso, le recomiendo que se decante por uno o dos palos más de los que jugaría normalmente..
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