¿Quién no ha cometido en alguna ocasión el error de dar un golpe al suelo cuando lo que se pretendía era enviar la bola a metros de distancia?
Aunque parezca un error muy básico existen situaciones en las que es fácil que aparezca. Es fundamental que sepamos cuáles son los motivos, para así tratar de evitarlo siempre.
En primer lugar debemos ser conscientes de que el movimiento de swing supone un encadenamiento, una secuencia de movimientos y que si cualquier eslabón de esta cadena se realiza mal, intervendrá en el resto y el swing será defectuoso.
MOTIVOS.
El principal motivo que conlleva el golpe en el suelo es la flexión de la rodilla izquierda hacia el exterior. Se trata de un error muy típico y corregido en innumerables ocasiones, pero aún así sucede con demasiada frecuencia.
Esta mala flexión de la rodilla izquierda suele conllevar que el hombro izquierdo se baje, que se mueva la cabeza y por tanto que la transferencia del peso al lado derecho no se realice. Si esto sucede, de poco importarán otros temas a los que en principio damos tanta importancia, como la posición de las manos en el grip, la extensión de los brazos... el golpe será defectuoso.
EJERCICIO PARA CORREGIR ESTE ERROR.
Para asegurarse de que mantiene las rodillas en la posición correcta, existe un ejercicio que puede ser útil.
Consiste en colocar una pelota (de fútbol o similar) entre las piernas, a la altura de las rodillas, en el momento de realizar el swing. Intente realizar el swing completo sin que la pelota se caiga.
Este ejercicio lo obliga a mantener el centro de gravedad de su cuerpo estable. Las rodillas presionarán para conseguir que la pelota no se escape y por tanto su cuerpo se mantendrá perfectamente estable.
Practique realizando swings lentos.
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