El cuidado del grip es fundamental para conseguir que éste siga transmitiendo las correctas sensaciones. Por eso es primordial que no deje acumular en él polvo o agua. Tenga en cuenta que un mango sucio puede hacer que se le escurra las manos, al tiempo que le dará una gran inseguridad. Para ello debe limpiar los grips de goma de sus palos cada cuatro o cinco partidos: las empuñaduras se mantendrán como nuevas.
Para hacerlo le recomiendo que utilice un trapo humedecido con agua jabonosa. Hágalo justo antes de salir a jugar y séquelos siempre bien. Algo recomendable es llevar en la bolsa varias toallas con las que poder secar la empuñadura en caso de que llueva.
Si va a tener el equipo guardado durante cierto tiempo, es recomendable que lo mantenga alejado de temperaturas extremas, sin que reciba el sol de pleno, ni tampoco el frío. Cualquiera de estas cosas podría endurecer la goma, lo que hace que se seque y consecuentemente que pierda la mayoría de sus propiedades.
Por último, si nota que el grip no le sujeta bien o que no le transfiere las sensaciones habituales, no dude en cambiarlo.
Es siempre recomendable que acuda a un taller especializado.
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